El Jefe de Bomberos
Afortunadamente la mayoría de nosotros no se ha encontrado nunca en un incendio y sin embargo tenemos una idea clara de lo que significa luchar contra ellos.
El trabajo en la empresa se suele equiparar con apagar fuegos, por la urgencia y diversidad de los problemas que reclaman una acción inmediata. La metáfora es útil para entender mejor la responsabilidad del directivo y su papel de liderazgo.
Los colaboradores implicados en la resolución de los problemas, como los bomberos que luchan directamente contra el fuego, tienen un campo de visión limitado. Esto pone en peligro su propio desempeño y puede llegar a afectar negativamente al resultado de la organización.
Es responsabilidad del directivo, por tanto, llevar a cabo tareas que amplíen ese campo de visión, como las siguientes:
- Asegurar el conocimiento del propósito institucional y la manera en que cada colaborador puede contribuir personalmente a alcanzarlo.
- Generar las expectativas adecuadas poniendo de manifiesto cuáles son los comportamientos y capacidades necesarias para lograr los objetivos, a la vez que se es fiel a los valores institucionales.
- Facilitar la comprensión de los objetivos estratégicos y el modo en que éstos contribuyen a la rentabilidad y viabilidad de la empresa.
- Establecer la conexión entre la estrategia de la empresa y el trabajo de cada colaborador, describiendo cómo su propio desarrollo y sus objetivos personales se alinean con aquella.
- Promover la asunción de responsabilidades, las propias y las de sus colaboradores, en la consecución de los objetivos estratégicos.
- Apoyar con los recursos necesarios los esfuerzos que se han de realizar para ejecutar las iniciativas establecidas.
- Considerar el valor de los éxitos y los fracasos, y reconocer en ellos los méritos y sacrificios de los individuos.
Aumentar y clarificar el campo de visión es particularmente necesario en momentos en los que la incertidumbre respecto a los objetivos, la dificultad de sacar iniciativas adelante y la variabilidad de los resultados, nublan o entorpecen la vista.
Hacerlo así repercute favorablemente en el compromiso de los colaboradores, su identificación con la empresa y es tarea inexcusable del directivo convertido en esta ocasión en Jefe de Bomberos.