La nueva organización

A poca sensibilidad e inquietud que tengas ya te habrás dado cuenta que la organización de la mayoría de las empresas que conoces no es la adecuada. Responde a parámetros inútiles para abordar la revolución que la economía de la innovación reclama.

El reto directivo se centra en desarrollar nuevas organizaciones capaces de promover que sus participantes aporten voluntariamente la capacidad de iniciativa, la creatividad y la pasión que se precisan para prosperar en el nuevo entorno.

Como directivo debes reconocer el valor de la contribución de cada persona. Algo que no te ofrecerán en respuesta al viejo “ordeno y mando”. Tu capacidad de liderazgo habrá de servirte para invitar, inspirar y alimentar esas contribuciones excepcionales de tus colaboradores.

Tienes la oportunidad de diseñar un nuevo modelo de organización en el que…:

  • La misión importe más que el beneficio económico
  • El sentido común de muchos sobrepase a la autoridad de unos pocos
  • El poder derive de la calidad de la contribución y no de la posición
  • Las nuevas ideas sean destacadas en vez de aplastadas
  • La colaboración se organice espontáneamente alrededor de intereses comunes
  • La coordinación tenga lugar sin recurrir a la centralización
  • La influencia se obtenga por compartir información y no por acapararla
  • El desempeño sea evaluado por los iguales
  • Las aportaciones sean más respetadas que los cargos
  • Se pueda definir libremente la tarea e incluso elegir al jefe con quien se desea trabajar
  • Los equipos se formen en respuesta a las oportunidades identificadas.

 

El nuevo carácter social de la empresa y las actuales tecnologías ayudan a diseñar modelos organizativos que promuevan la contribución del talento de las personas frente a las exigencias de control.

No lo tienes tan complicado. Los instrumentos están a tu alcance. Sólo debes aplicarlos en tu ámbito de responsabilidad.