Voluntarios

profesionalesTengo la impresión de que las teorías sobre la motivación al uso siguen presentando una visión restringida de la realidad de las personas que trabajan en cualquier organización.

Incluso en los momentos actuales, es preciso reconocer que la contribución de las personas en la empresa tiene un carácter voluntario. No se trata de siervos a las ordenes de un señor, carentes de toda capacidad de decidir, ni tan siquiera sobre el modo de desarrollar su trabajo.

Los profesionales disponen de alternativas. Lo creas o no, si están descontentos con el entorno de trabajo que les ofreces, acabarán por marchar. De entre ellos, los más capaces serán los primeros en identificar esos otros lugares mejores donde trabajar.

La motivación se ha convertido en muchas ocasiones en una palabra hueca. Pocas relaciones laborales van más allá de una estipulación contractual: harás lo que te digo por el salario que te pago. No aciertan a ver que el contrato no es lo principal, sino el compromiso.

Dirigir a unos profesionales requiere un comportamiento ético y proporcionarles una motivación adecuada. No puedes gestionar a las personas como gestionas las materias primas, el dinero, la logística o los espacios publicitarios.

Están dedicando buena parte de su vida, lo más valioso que tienen, y les ha de compensar en muy diversas dimensiones. Deberías considerar que:

  • No es el dinero el principal motivador, ni el más fuerte.
  • El entorno de trabajo ha de ser participativo y no totalitario ni anárquico.
  • El trabajo deberá ser interesante y estimulante.
  • No todos los profesionales son iguales. Su comportamiento depende de cada individuo y de sus circunstancias.
  • Su contribución es voluntaria y se les ha de tratar con respeto. No son robots que responden a órdenes y procesos predeterminados.
  • El respeto no basta. Exigen mucho más; el compromiso con su crecimiento y desarrollo personal.
  • Esperan recibir reconocimiento por el trabajo bien hecho.
  • Quieren ser escuchados y que su opinión sea tenida en cuenta; no en vano son los que más saben de los problemas que llevan entre manos.
  • Desean tomar decisiones acerca de cómo realizar su trabajo, aplicando sus experiencias y habilidades.

 

Quizás el alto desempleo sea también consecuencia de no tener empresas ni directivos capaces de entender las necesidades del profesional del siglo XXI.

Lidera a tus colaboradores desde el compromiso personal con cada uno de ellos y con el ejemplo. Trabajarán como ninguno.