De ti depende

Las personas se comportan y actúan habitualmente del modo en que piensan que tú esperas que se comporten y actúen. Ajusta tus expectativas para que este hecho funcione en tu favor.

La razón está en tu propia actitud. Cuando esperas que alguien sea amable y colaborador contigo proyectas agradecimiento. De ahí que la persona a la que te diriges responda como esperabas de ella.

Practica hasta hacer de eso un hábito.