Tipos de emociones

Es muy humano clasificar las emociones en dos categorías: las buenas y las malas. Por ejemplo, la mayoría considera el sentimiento de culpa como una emoción desagradable. No se quiere sentir y se hace lo posible por evitarla. Del mismo modo, se tiende a experimentar libremente de las buenas emociones, por la motivación y energía que proporcionan.

El inconveniente de asignar esas etiquetas a las emociones es que, al juzgarlas, se impide el comprenderlas, saber lo que se está sintiendo. Suspender el juicio de las emociones permite que éstas sigan su curso y eventualmente desaparezcan.

La próxima vez que experimentes una emoción, no busques etiquetarla y recuerda que lo que sientes trata de ayudarte a entender algo importante.