Pensándolo mejor

Estás equivocado si piensas que tu papel de directivo te exige resolver por ti mismo todos los problemas y no contar con los que te acompañan. Reconoce que no eres capaz de generar tú sólo esas grandes soluciones que necesitas.

Cuanta más experiencia tienes, más claro resulta el beneficio de compartir problemas y soluciones con tus colaboradores. Si les pides ayuda te ofrecerán sus mejores ideas, se acrecentará tu capacidad de pensar y se reforzará tu liderazgo.

Puedes lograrlo del siguiente modo:

  • Pon tus propuestas encima de la mesa. No necesariamente han de ser brillantes. Basta que sean razonablemente buenas.
  • Pide a tus colaboradores que las mejoren. Te interesa tener mejores ideas que no recibir todo el crédito por las tuyas, en muchos casos inferiores.
  • Anima a todos a participar y hazles preguntas. Es lo que más estimula su capacidad de pensar.
  • Deja que se imponga la mejor idea. Si es una idea ganadora, tú también ganas.

Si cuentas con buenos colaboradores serán habitualmente capaces de mejorar tus propuestas. Después, dalas a conocer a otra gente y observa cómo reaccionan, qué comentarios hacen.

Aprendes mucho cuando presentas tus ideas a gente que no conoces y que no aceptan por defecto cualquier cosa que les propongas. Para poder apreciar su verdadero valor, recoge la opinión de desconocidos y escépticos.

Toda idea parece buena antes de ser contrastada. Pero la mayoría de ellas no sobreviven en el mundo real sin alguna corrección.