Tu eres la solución (2)
Lo necesitas para progresar, para que te tomen en serio y te consideren un activo. Esto te exige mirar más allá de las apremiantes circunstancias inmediatas.
Para lograrlo puede servirte lo siguiente:
- Mejora tu competencia; fórmate adecuadamente; identifica un conjunto de temas sobre los que vas a concentrar tu estudio.
- Da ejemplo de responsabilidad personal; prepárate mejor, profundiza más en los temas. Dale vueltas de continuo a nuevas ideas.
- Nunca pares de aprender. Lee más que los demás. Estudia más que nunca. Toma notas, resume, comparte lo que lees; es la mejor manera de aprenderlo y contribuyes a la formación de los que te rodean.
- Aprende las nuevas exigencias de tu oficio; ponte al día de las novedades estándares y especificaciones; conviértete en experto; aporta nuevas soluciones.
- Estate siempre “al pie del cañón”; disponible para lo que te necesiten a cualquier hora que lo necesiten.
- Da lo mejor de ti mismo. Aléjate de la mediocridad. Cuando cometas errores asume la responsabilidad y pide disculpas.
- Sé puntual; ten el hábito de llegar siempre el primero.
- Haz lo que te corresponde y no lo abandones para que lo tengan que acabar otros.
- Sé honesto; evita a toda costa engañar a nadie; siempre con la verdad por delante y fiel a tus principios.
- Ten un comportamiento ético; actúa siempre para el mejor interés de tus clientes y de la sociedad.
- Haz aquello a lo que te has comprometido; que generes confianza y puedan fiarse de ti.
- No pierdas la compostura; evita entrar en discusiones o desacuerdos en público.
- Escucha con atención. Da a otros la oportunidad de expresarse adecuadamente y defender sus posiciones.
Te equivocarías si pensaras que las circunstancias actuales te autorizan a aflojar en alguno de los puntos anteriores. Antes al contrario, es el mejor escudo que podrías encontrar.
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