Fabricando innovadores (1)

Como veíamos ayer, las organizaciones necesitan personas con unas capacidades acordes con las demandas de la nueva economía. La tan buscada innovación no es tanto una capacidad en sí misma como el resultado de la aplicación en un contexto concreto de un conjunto de habilidades, conocimientos y cualidades.

Que necesitamos de innovación no es discutible. La precisamos para responder a los cambios determinados por las nuevas tecnologías, las condiciones económicas, las nuevas condiciones de trabajo y la globalización de los mercados.

La innovación no surge como consecuencia del azar ni es exclusiva de empresas altamente sofisticadas en sectores punteros. Puede enseñarse mediante el uso de las metodologías apropiadas para las capacidades requeridas. Vamos a repasar estas últimas para tener una orientación acerca de las iniciativas a implantar para poder desarrollarlas.

 

Capacidad de Discernimiento

Esta capacidad permite identificar necesidades y oportunidades, así como llevar a cabo investigaciones para determinar lo que es posible lograr.

Desarrollarla exige poner en marcha diversas iniciativas que lleven a descubrir la información que se busca, como por ejemplo:

  • Analizar el entorno para identificar necesidades no atendidas y sus soluciones.
  • Poner en entredicho proposiciones generalmente aceptadas.
  • Observar y ser inquisitivo para identificar problemas y sus condicionantes.
  • Realizar encuestas para identificar necesidades.
  • Investigar mercados y poblaciones objetivo.
  • Examinar e interpretar los requisitos.
  • Averiguar los tipos de recursos necesarios.
  • Identificar las exigencias legislativas y organizativas.
  • Reconocer las implicaciones éticas de las actuaciones previstas.

 

 

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