Cuidado con lo que mides

measurementsNo suelo detenerme a comentar las noticias de actualidad pues ya hay suficientes blogs que lo hacen y mejor que yo. Pero hoy no puedo dejar de tratar los últimos resultados de indicadores como el de la cifra de desempleados en España o el nivel de déficit.

Un mes tras otro nos renuevan la mala noticia y nos apuntan la fecha final de maduración de los brotes verdes, que ahora nos dicen que se convertirán en fruto para finales de 2016. De repente alguien sabe algo que todos los demás ignoramos. La mayoría de las empresas en España son incapaces de predecir lo que podrán vender el mes que viene y alguien se siente capaz de asegurar el resultado agregado de todas ellas dentro de tres años.

Me parece un ejercicio estéril y un esfuerzo desenfocado. Se dice que uno tiende a alcanzar aquello que se preocupa de medir, por lo que no debieran sorprender los resultados que obtenemos.

Quienes ejercen responsabilidades de liderazgo se apoyan en mediciones específicas para orientar comportamientos y promover el cambio en sus organizaciones. Por tanto, nos deberían comunicar y habríamos de conocer esas actividades que nos permitirán salir de la recesión y determinar los indicadores pertinentes que orienten nuestro desempeño.

Se deben repensar los objetivos y redefinir los indicadores de manera que estimulen ese cambio de comportamiento que precisamos. No tiene sentido regodearse una y otra vez en resultados negativos sino proclamar las nuevas metas que conducirán al éxito. Hay que cambiar el énfasis y el foco de atención. Y hacerlo debiera llevar aparejado un cambio en las políticas a desarrollar y el modo de abordarlas.

Para revertir la tendencia actual empecemos a medir y comunicar cifras de indicadores que midan aquellas actividades que nos sacarán de la crisis. Y apliquemos a ellas los incentivos correspondientes. Hacerlo así estimulará a realizar los esfuerzos eficaces para lograr las metas establecidas.

Por ejemplo, sería mucho más gratificante y orientador que cada mes nos informaran de cosas como:

  • Número de personas que han adquirido una nueva competencia profesional.
  • Número medio real de horas que trabaja una persona al día.
  • Número de empresas que han cambiado su modelo de negocio.
  • Número de nuevas empresas creadas.
  • Número de empresas rescatadas (No sólo vale salvar a los bancos…).
  • Número de patentes registradas.
  • Número de nuevos productos comercializados.
  • Número de hogares y empresas con acceso a Internet por banda ancha…

 

Y muchos otros más que puedes añadir en el apartado de comentarios a esta nota y que te agradezco de antemano.

Como no sirve de nada esperar a que quienes nos administran se decidan a establecer esas nuevas políticas o que determinados funcionarios den el paso para elaborar esos nuevos indicadores, el camino que nos queda es muy claro: Reformula tu mismo y en tu propio ámbito la nueva estrategia, redefine los nuevos objetivos y actividades y establece los nuevos incentivos e indicadores.