No lo pongas difícil

clientesContinuo hoy con la idea de la simplificación ya tratada hace unos días. Los mercados muestran hoy muchos ejemplos de simplificación en la manera de operar. Los intermediarios para hacer llegar las soluciones a las necesidades de los clientes están desapareciendo. Los servicios que representan una carga o molestias para los usuarios están siendo abandonados. Los productos que no resuelven los problemas y necesidades de manera inmediata están desapareciendo.

No obstante, en algunos directivos pareciera que su principal ocupación fuera generar complicaciones y poner dificultades para que su colaboradores puedan desarrollar con eficacia su trabajo. No puede pasarte a ti. Para ello mira de evitar aquellas prácticas que contribuyen a una mayor complejidad y no caigas en errores como los siguientes:

  • Exagerada jerarquización. Cuantos más niveles se establecen en la organización más se aleja la toma de decisiones de los problemas de los clientes y del conocimiento de la realidad en la que la empresa se desenvuelve.
  • Ausencia de responsabilidades. Si nadie se hace cargo de nada, nada se avanza y tampoco hay nada ni nadie a quien gestionar.
  • Excesiva cantidad de procedimientos. Se acompaña de rigidez y limita la creatividad, a la vez que potencia la definición de procedimientos adicionales. Ocasiona un aumento de los costes y genera perplejidad. Te alejan del objetivo de resolver el problema concreto que debes enfrentar.
  • Carecer de estrategia. Son muchos los que funcionan sin ella y la mayoría lo desconocen porque la confunden con determinadas tácticas que llevan a cabo. El resultado es desconcierto y desorden.
  • Eludir los debates. No creas que por ello reduces los conflictos. Al contrario, los empeoras. No permitir la discusión sobre las razones por las que el modelo de negocio no funciona o los proyectos no avanzan sólo complica las cosas al buscar cada uno soluciones parciales por su cuenta.
  • Excesiva planificación y presupuestación. Trabajo tanto más estéril cuanto más se aleje de la estrategia y de la consideración de la realidad más inmediata, hasta llegar a situaciones en las que te encontrarás con la seguridad de que nada coincide con lo que se había previsto.

 

Te será muy fácil alejarte de la complejidad si:

  • Escuchas lo que tus colaboradores quieren decirte y los tratas con respeto.
  • Estableces tus objetivos en relación con la Visión de la empresa y los adaptas conforme vas aprendiendo de los avances o de la nueva información disponible.
  • Tienes claras las prioridades y evalúas el desempeño con diligencia.
  • Delegas responsabilidades y apoyas el desarrollo de quienes trabajan para ti.

 

Es un objetivo sencillo. Cada día repasa las actividades en las que te desenvuelves y mira de simplificarlas. Seguro que el desempeño mejorará.