¿Qué son para ti los empleados…?

colaboradoresObservo en los últimos tiempos un número extraordinario de profesionales dedicados a la gestión y asesoramiento de las personas en las empresas. Muchos de los que leéis estas notas habéis optado por esa especialización en los llamados recursos humanos, expresión que muchos desaprobáis y con razón. Me interesa especialmente conocer vuestra opinión pues mi experiencia es que ni directivos ni empresarios comparten vuestros intereses con la misma intensidad.

Desde el punto de vista estratégico dicha posición no me sorprende. Es una expresión más de actitudes ancladas en el pasado, donde el énfasis se ponía en los productos y los análisis sectoriales y competitivos, por no hablar de la inútil metodología del DAFO, peligrosamente defendida todavía por algunos.

En la redefinición de la estrategia actual de las organizaciones, la referencia a los colaboradores (no me gusta llamarles empleados) debe aparecer ya en la declaración de la Misión, inmediatamente después de la descripción de los clientes para los que se trabaja y las necesidades que se les desea atender.

Avanzando en el mismo proceso estratégico, nos deben volver a aparecer en la identificación de las competencias existentes en la empresa. Nos sirven cuanto menos como punto de partida previo a la formulación de la estrategia, pero no necesariamente como un factor condicionante o limitante.

Y una vez establecidas las opciones y posiciones estratégicas, y concretadas las distintas propuestas de valor para los diferentes clientes, nos volverán a aparecer como responsables de la realización de las tareas necesarias para entregar dichas propuestas de valor.

El ejercicio de la función de liderazgo de empresarios y directivos se orienta a satisfacer las necesidades de sus colaboradores en la misma medida y con igual intensidad con que se afronta el servicio a los clientes. Algunos como Vineet Nayar defienden con éxito que los empleados son incluso lo primero, aunque me parece una discusión similar a la de establecer prioridades entre el huevo y la gallina.

Sin embargo, una y otra vez, observo que los colaboradores son tratados no como expertos con competencias singulares sino como un recurso genérico del que se ha de prescindir en situaciones de crisis. Son los sacrificados en decisiones insensatas: reducir costes (por no saber qué otra cosa hacer) o acallar sus demandas de cambio radical para evitar la ruina de todos.

Tus colaboradores saben más que tu. Por eso los contrataste en su momento. Son los que resolverán los problemas de tus clientes. Los necesitas más que ellos a ti. No podrás salir de la recesión sin su ayuda.

¿Qué esperas para recuperarlos de nuevo?