Dónde se crea valor

Creación valorPeriódicamente nos asaltan noticias de remuneración de directivos que causan escándalo por los importes establecidos. Sin embargo, no se escuchan argumentos empresariales concretos en contra de estas remuneraciones, si bien es cierto que en la mayoría de los casos parecen innecesarios dado lo abusivo de las cifras.

En todo caso me parece necesario mencionar el cambio que se ha producido en las organizaciones en relación al lugar donde se crea valor y la necesidad de revisar los mecanismos de compensación de manera acorde.

En la mayoría de las organizaciones modernas ya no son los altos y experimentados directivos los determinantes de la creación del valor. La experiencia es más una limitación que una ventaja en un contexto empresarial tan cambiante como incierto.

Son ahora los profesionales, tus colaboradores, quienes conocen en profundidad a los clientes y se responsabilizan de las operaciones necesarias para atender a sus demandas. Carece de sentido llamarles todavía empleados. Su trabajo se caracteriza con frecuencia por diseñar en colaboración con los clientes los productos o servicios inimaginados que éstos verdaderamente necesitan.

Las propuestas de valor se desarrollan por tanto de manera más descentralizada; y sin embargo la mayoría de las organizaciones siguen empeñadas en mantener una estructura piramidal, altamente jerarquizada, con el poder concentrado en los niveles más altos. Es un contrasentido. La capacidad de toma de decisiones y la remuneración pertinente deben adaptarse a la realidad de los nuevos modelos de negocio.

Si no se hace seguiremos asistiendo a la pelea por escalar puestos en la estructura más que por añadir valor; predominarán los comportamientos egoístas sobre los de colaboración; la remuneración se mantendrá ligada a resultados del pasado y al estatus alcanzado.

No será fácil desmontar las jerarquías existentes ni los mecanismos de corrupción establecidos, pero es necesario empezar a tomar decisiones que reflejen con mayor justicia la realidad que se vive. Los profesionales ya son conscientes de este cambio y de momento sólo lo comentan entre ellos. Pero la presión empieza a crecer.

Hay que incrementar la transparencia, abrir la información de los resultados económicos, del desempeño individual; aplanar y reducir las estructuras y descentralizar la toma de decisiones. Permitir la participación en la definición de estrategias y modelos de negocio, fomentar el ejercicio del liderazgo individual en todos los niveles, sin ligarlo a una posición formal de autoridad.

Si no empiezas a desarrollar iniciativas en estos ámbitos corres el riesgo de perder a los verdaderos creadores de valor. Y en la medida que las implantes antes que los demás, tendrás mayores éxitos y ganarás el liderazgo en tu sector.