La receta del éxito

Al estudiar las empresas más destacadas en distintos sectores, Jim Collins observa en ellas una característica común. No tiene que ver propiamente con la formulación de la estrategia. Se trata de un conjunto de prácticas operativas bien establecidas que constituyen una fórmula replicable y consistente para alcanzar éxito.

Son políticas y programas que hacen realidad los conceptos estratégicos; un conjunto de prácticas, de maneras de hacer, y que se caracterizan por su concreción y por aplicarse de manera sistemática y consistente.

La claridad y concreción de la receta ayuda a la gente de la empresa a sostener el esfuerzo y lograr un alto desempeño incluso en condiciones extremas. Proporciona una guía clara respecto a lo que se debe hacer y lo que se debe abandonar.

Para mantener el control en un mundo descontrolado se precisa la adhesión extrema a esa receta. Las empresas que destacan se adhieren a ellas con una disciplina fanática y raramente las corrigen, con sumo cuidado y sólo cuando las condiciones lo exigen. Cambiar es siempre es difícil, pero no es eso lo más costoso. Lo difícil es adivinar lo que funciona, comprender por qué funciona, saber cuándo cambiar y cuándo no hacerlo.

La presión por el cambio en la que estamos inmersos es gigantesca y enormemente acelerada. Si trataras de reaccionar a cada acontecimiento externo rápidamente te encontrarías incapacitado. La mayoría de esas nuevas circunstancias son sólo ruido y no te obligan a abordar cambios fundamentales.

Sin embargo ocasionalmente se producen cambios determinantes que te exigen ajustes para evitar enfrentarte a catástrofes o dejar pasar oportunidades. Toda organización hace frente a esa lucha constante por encontrar el equilibrio entre la continuidad y el cambio.

Y a la vez no hay empresa humana que pueda tener éxito sin consistencia. Las empresas que tienen el mayor impacto en la economía y en la sociedad son enormemente consistentes en su manera de funcionar. Esto no las convierte en dogmáticas o rígidas. Están dispuestas a introducir enmiendas en alguno de los elementos de su receta manteniendo el resto intacto.

Esto lo consiguen mediante un comportamiento caracterizado por:

  • Una creatividad práctica, por la que son capaces de diseñar y desarrollar su propia receta y hacerla evolucionar cuando conviene.
  • Una disciplina fanática, para adherirse a ella pese a las presiones que les empujan a desviarse.
  • Una paranoia razonable, que les ayuda a identificar prontamente los cambios significativos del exterior.

 

¿Cuál es tu receta para el éxito? ¿Nos la cuentas? ¿Has estudiado si necesita ser corregida?

 

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