Una paranoia razonable
Recupero algunas notas que tomé del libro de Jim Collins, “Great by Choice”. Su investigación descubre algunos rasgos de las empresas más destacadas de las últimas décadas y pueden señalar comportamientos a seguir.
Una frase para recordar: Los únicos errores de los que se aprende son aquellos a los que se sobrevive. En ella está el origen de un comportamiento muy conservador en la manera en que gestionaban sus activos financieros las empresa excelentes. Se caracterizan por acumular importantes cifras de dinero en efectivo en comparación con el resto de empresas. De este modo, estas reservas de tesorería actúan como un colchón que les defiende de acontecimientos inesperados o de la “mala suerte”.
Si bien no se puede predecir la aparición de una desgracia, puedes tener la seguridad de que en algún momento se presentará. De ahí la conveniencia de identificar y gestionar los riesgos.
Tipos de riesgos:
- Riesgo de sobrepasar el punto de no retorno. Puede ser un riesgo mortal de necesidad pues puede hacer desaparecer la empresa.
- El riesgo asimétrico es aquel en el que la posibilidad de que las cosas vayan mal es mucho mayor que el de que vayan bien; los peligros son muy superiores a las posibles recompensas.
- El riesgo incontrolable es aquel que expone la empresa a fuerzas y acontecimientos en los que existe poca posibilidad de efectuar una gestión o un control eficaces.
- Finalmente está el riesgo que se relaciona con la rapidez de la evolución de los acontecimientos que afectan a al empresa y la velocidad con la toma que se toman decisiones y se actúa.
Y para defenderse de estos riesgos las empresas más destacadas se caracterizan por:
- Ejercer una hipervigilancia, una preocupación constante por identificar los cambios que puedan señalar peligro, por tratar de reconocer de manera temprana cualquier amenaza.
- Ajustar la velocidad de la toma de decisiones a la evolución de los acontecimientos. En ocasiones actuar demasiado deprisa aumenta el riesgo. Otras veces actuar demasiado despacio lo incrementa. Uno de los mayores errores es pensar que ir siempre más rápido es siempre mejor y que los rápidos ganan a los lentos. En algunas ocasiones los que mueren son los más rápidos. La pregunta crítica es de cuánto tiempo dispones antes de que se agrave tu perfil de riesgo.
- Toma de decisiones deliberada y motivada por los acontecimientos; un pensamiento altamente disciplinado, no importa lo rápido que se lleve a cabo.
- Se centran en una excelente ejecución. Nada importa más que hacer lo que toca y hacerlo bien. Presionan por conseguir una ejecución perfecta a la vez que miran de ajustase a las circunstancias pero sin comprometer la excelencia.
Toda decisión o situación empresarial se ve afectada por alguno de estos riesgos. Las empresas más exitosas se caracterizan por tomar menos riesgos que el resto. Sin duda toman decisiones arriesgadas pero tratan de limitar y gestionar los posibles riesgos.
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